Otra mirada a Lady Di

Este post está dedicado a la Lady Di de mis amigas…

Soy fan de la fotografía y ya pudieron ver algunas de mis fotos.

Me gusta pensar la fotografía sin estructuras demasiado rígidas. La imagen como una mirada al pasar, como un corte casual a un momento, a una figura, sin tener que detenerse en formas ni ciencias exactas.

Disfruto de probar y de sacar fotos con cualquier sea la cámara que tenga entre mis manos, hasta con una kodak descartable puedo disfrutar…

Hoy les presento una de las cámaras que quiero y necesito para poder volar un poco más al momento de sacar y no depender de dar efectos con el Photoshop… soy de la vieja escuela que sigue sacando con «rollo» y trato de trabajar los efectos en el momento de la toma o como mucho en el copiado.

Las cámaras DIANA, rompen con la estructura, llaman a tomar fotos sin detener nuestra a actividad cotidiana… llevan a sacar siguiendo el movimiento natural de nuestro cuerpo. Son simples y sencillas… Las cámaras Diana son prácticas. Elegir, apuntar, disparar… es olvidarse de extraños mecanismos que dilatan el instante fotográfico.

Y a la hora de revelar, traer tomas con el efecto borroso justo y necesario, para rememorar esas tomas como instantes oníricos. Es lo más parecido a una antigua máquina de escribir que a una iPad. Con cada clic del disparador se capturan instantes de una forma única, impredecible. Surge una historia.

Pensar en tener una Diana es como pensar en tener un coche antiguo recién salido de una consecionaria… con olorcito a nuevo, pero de época.

Vuelvo a los años `60 en un flash. A las cámaras de culto, plásticas, legendarias por sus imágenes ensoñadoras, etéreas, fantasiosas, radiantes y al mismo tiempo de auténtica baja tecnología.

La lomografía revive en una cámara Diana… pero con un toque adicional…Original de la época son su lente de plástico, 2 velocidades de obturación (luz/día y «B»), 3 aperturas de diafragma y foco manual. Además, la Diana+ ofrece una lente removible con una apertura micro para poder convertirla en una cámara «pinhole». Además, dos posibilidades de formatos (12 ó 16 imágenes cuadradas con una película estándar de 120), una posición de panorámico sin fin casi sin «costuras». Posibilidad de incorporar un trípode para largas exposiciones. Con cada Diana+ viene el libro «Diana Vignettes»… una locura para los ojos!… encuadernado en tapa dura entelada, cuenta en detalles la historia de la Diana,  muchas fotos, historias y anécdotas de personajes que han crecido con esta cámara.

Fueron creadas en los años sesenta,  por una una modesta empresa de Hong Kong llamada Great Wall Plastics Factory, con el concepto de crear una cámara barata de 120mm. Realizada completamente de plástico, cada unidad costaba alrededor de un dólar. La Diana fue un fracaso comercial en aquel momento y dejó de fabricarse una década después. Pero como toda superstar venida a menos en su mejor momento, una vez desaparecida su atractivo subió, y con el actual fanatismo por lo vintage… volvió coronada de gloria. Como herramienta artística de culto se convirtió en todo un éxito entre los fotógrafos vanguardistas y minimalistas que se enamoran de sus imagenes por las imágenes soft, como de ensueño, por los colores súper sobre-saturados, los borrones impredecibles y el contraste.

Sueño con una de ellas.. y estoy a punto de hacer click en BUY IT NOW en UNCOMMON GOODS…

 [Quiero y necesito una Lady Diana para mis fotos]